La isla de Creta es uno de los principales destinos turísticos que puedes descubrir a bordo de un crucero por el Mediterráneo Oriental. Ciudades como la Canea y, especialmente, Heraklion son algunos de los lugares que los visitantes no se quieren perder durante las excursiones a tierra. Su principal atractivo no son sus principales monumentos artísticos, ni sus museos ni sus edificios históricos.
A pesar de que esta ciudad contiene una llamativa muralla veneciana de origen medieval, museos y lugares muy interesantes, su reclamo principal se encuentra situado a las afueras de la misma. Estamos hablando de Knossos, la ciudad más importante de la antigua civilización minoica, que floreció en esta misma isla a mediados de la Edad de Bronce, aproximadamente, entre los años 3100 a.C. y 1050 a.C. Por ello, anualmente, Knossos es un lugar arqueológico y cultural que recibe, nada más y nada menos, que medio millón de visitantes al año.
En este artículo, por lo tanto, te vamos a explicar qué puedes ver en una excursión en crucero a Knossos al visitar la bella ciudad de Heraklion, ubicada al norte de la isla de Creta, donde se esconde el Palacio de Knossos, el palacio de mayor tamaño mejor conservado de la antigüedad y que se encuentra relacionado con la leyenda del rey Minos, según aparece reflejado en la propia Odisea de Homero.
Algunos datos interesantes sobre la antigua Knossos
Aunque no se extendió mucho territorialmente hablando, ya que, prácticamente, todos sus habitantes se encontraban en la isla de Creta, la civilización minoica fue una de las más poderosas que habitaron el Mediterráneo en la Antigüedad. Se trata de una de las civilizaciones prehelénicas que alcanzó su máximo esplendor hacia el 1600 a.C., cuando controlaban la zona del mar Egeo y comerciaban directamente con Egipto.
Aunque hubo muchos asentamientos que se pueden visitar hoy en forma de rutina, como Malia y el palacio de Phaistos, el lugar más conocido es, sin lugar a dudas, la ciudad de Knossos. De hecho, en el mismo lugar, existe un pequeño pueblo que ha heredado el nombre de esta antigua ciudad. Entre las ruinas de la misma se encuentran los restos arqueológicos de uno de los palacios de mayor tamaño de la antigüedad, que se conoce, simplemente, como “El Palacio de Knossos”.
Se cree que la civilización minoica, que levantó este magnífico palacio fue destruida por una descomunal erupción volcánica que se habría dado en la isla de Thera, que seguramente, te suene, ya que, fue rebautizada con el nombre de Santorini en la Edad Media. Aunque quedan algunos restos de la ciudad residencial y otro pequeño palacio, la ciudad de Knossos fue prácticamente destruida y, posteriormente, la isla fue conquistada por los griegos micénicos.
A comienzos del siglo XX, el arqueólogo británico, Arthur Evans se encargó de realizar unas excavaciones a gran escala para desenterrar los restos de este palacio. Evans realizó un proceso radical de reconstrucción de algunas de las partes del palacio, tanto de las pinturas como de muchos elementos arquitectónicos, como muros, columnas, etc. Por ello, es importante que tengas en cuenta que no todo lo que ves son restos originales.
Recorrido por el palacio de Knossos
Si vas a hacer una excursión en crucero a Knossos, es más que recomendable que sepas ligeramente qué te puedes encontrar allí. Como hemos mencionado, el arqueólogo británico Arthur Evans realizó las excavaciones y reconstruyó —no exento de polémica— algunas partes del propio palacio siguiendo criterios poco basados en las pruebas arqueológicas encontradas.
Sin embargo, sí que pueden ayudarnos a hacernos una idea de cómo pudieron haber lucido las estancias de este gran palacio de 17 kilómetros cuadrados cuando se encontraban en todo su esplendor. Ten en cuenta que el palacio de Knossos contaba con un área de 22 kilómetros cuadrados si tenemos en cuenta que constaba de varias plantas y de más de 1500 habitaciones.
El Ala Oeste
En el ala oeste se encontraba la entrada, que daba acceso a un gran patio o plaza que contenían tres pozos en los que, posiblemente, se almacenaba el grano. Este daba acceso al “corredor de la procesión”, debido a que contaba con una pintura mural que representaba a varias personas portando ofrendas. En la actualidad, puedes encontrar una reproducción, ya que la pintura original se encuentra en el Museo Arqueológico de Heraklion.
Este corredor separaba toda el ala en dos partes, quedando, a una parte, los almacenes y, en la otra, los santuarios, como el “santuario de las columnas”, el “santuario tripartito” y el famoso “salón del trono”, donde encontramos un trono y bancos alrededor. Se restauró incluyendo en las paredes pinturas murales de grifos sobre fondo rojo.
El Ala Este
Con toda probabilidad, se trataba del área residencial del palacio y es posible que tuviera cuatro pisos en torno a un patio central. Estaba dividida por un pasillo de este a oeste y, al norte, probablemente, incluía los talleres de artesanos que puedes observar en una excursión en crucero a Knossos.
En esta ala también encontrarás una gran escalera iluminada por una claraboya que conduce a las cámaras reales. También incluye la “cámara de las dobles hachas”, que da paso a otra sala conocida como “magaron de la reina”, donde encontrarás varios frescos: el de los delfines y el de la bailarina.
El Área Suroeste
En el sur, el palacio se encuentra bordeando el río Vilyjiá y aquí encontrarás el famoso “corredor del príncipe de los lirios”, que recibe el nombre por contener una pintura al fresco que representa una figura de un joven rodeado de lirios, que es una copia, ya que el fresco original se encuentra en el Museo Arqueológico de Heraklion. Este corredor terminaba en otras puertas, que son conocidas como el “propileo del sur” y que puedes admirar en tu excursión en crucero a Knossos.
La Zona Norte
En la zona norte también encontrarás una puerta de entrada y salida o “propileo”. Precisamente, aquí enconmtrarás la conocida pintura del toro furioso, el del “recolector de azafrán” y el de “la parisienne”. También encontrarás la sala hipóstila y el baño lustral, así como el área teatral, que parecía una zona reservada para realizar ceremonias, reuniones o espectáculos que se encontraba en el gran patio central.
También se ha encontrado una zona conocida como “camino sagrado”, que conectaba el palacio de Knosos con el pequeño Palacio de Knosos, que era un edificio de dimensiones más reducidas que se encontraba a pocos metros del edificio original.
Debido a su aspecto laberíntico, se ha considerado que la leyenda del laberinto del minotauro pudo haber tenido el palacio de Knossos como inspiración. Por ello, según las leyendas, se considera que el rey Minos había encerrado al Minotauro en el interior de este laberinto hasta que el héroe Teseo lo derrotó. Probablemente, no sabremos nunca si esto es cierto o no, pero lo que sí sabemos es que puedes disfrutar mucho en tu excursión en crucero a Knossos.
En definitiva, podemos decir que explorar Knossos durante un crucero por Grecia es adentrarse en la historia de una civilización fascinante. En cada rincón encontrarás la grandeza de la antigua Creta minoica. Aunque se encuentra reconstruido con criterios dudosos por el arqueólogo Arthur Evans, el Palacio de Knossos sigue cautivando a los visitantes con sus pasillos y sus murales espectaculares, que nos recuerdan la habilidad y el ingenio de aquellas personas que lo construyeron y que, tal y como indican los indicios arqueológicos, desaparecieron repentinamente.